Reglas de estilo que vamos a romper esta primavera-verano 2019

Existen varias reglas de estilo en la moda. Sin embargo, el aquí y ahora pide y permite una expresión de individualidad que hace que esas normas se rompan con gusto si es que se quiere.

Hemos encontrado algunos que pensamos saltarnos con alegría. Según el portal vogue.es estos son algunos de esos pensamientos que podemos evadir:

Las perlas solo pueden ser clásicas

Tanto en formato pendiente como collar, su naturaleza hace que adolezcan de un clasicismo del que cuesta desprenderse, especialmente cuando en muchos casos no quieren y, qué diablos, no lo necesitan: gran parte de su magnetismo está en la sencillez de la forma y en su espíritu inmortal. Lucir perlas sin ser una clásica de manual es cada vez más sencillo gracias al manual de uso que ha ido (re)escribiendo el street style, pero además existen piezas que por sí solas huyen de lo de siempre. ¿La clave? Que aparezcan acompañadas de otros materiales y formas que se alejen de las habituales, como piercings o ear cuffs.

No debes llevar demasiados colores ni estampados juntos

El menos es más es una máxima que, efectivamente, nunca falla: el paso del tiempo ha demostrado que el minimalismo es un lugar seguro al que se puede recurrir en caso de no querer caer en el error estético, pero (y he aquí un gran pero) uno que puede pecar de anodino si no se maneja con cierta audacia. Ya sea por querer huir de ello, ya sea porque la escuela estética en la que se milita tiene mucho más que ver con el exceso, las propuestas de pasarela de la temporada han dejado claro que no hay combinación de color imposible, pero tampoco de estampado, sobre todo cuando la inspiración surf y casual que subyace al tie-dye y las flores tropicales entran en juego.

Las medias elegantes son las negras

El negro es el tono que se ha asociado de manera indiscutible al concepto de elegancia tradicional. Es el que no falla, el que siempre queda bien y parece adecuado para el 99% de los contextos en los que se inserta (si ha conseguido colarse incluso en el universo de invitada, es por algo). La cuestión está en que a pesar de sus bondades, no debería olvidarse que hay vida más allá de él, especialmente en el terreno de las medias y los panties: ¿por qué no cambiarlo por su opuesto, el blanco? No es un estilismo sencillo y no todo el mundo lo encuentra atractivo, pero si se siente cierta afinidad tanto por la estética de los años 60 (los vestidos sixties, con epítome indiscutible en el de Prada, son una muestra de esta tendencia) o la querencia retro e incluso granny, las medias blancas no deberían desdeñarse. Y sí, también pueden tener tintes plenamente urbanos y nada naíf.

 

Fuente: Vogue.es

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